FASE 1. Evaluar las necesidades

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 2: Explorar los factores asociados al uso de drogas en la población

DETERMINANTES PERSONALES Y DEL ENTORNO (CONTEXTUALES)

El uso de drogas en una población tiene un significado y cumple una función concreta. Por eso, conocer los determinantes personales y del entorno nos ayudará a responder a las preguntas ¿por qué? y ¿para qué? consume drogas la población estudiada.

Los determinantes de tipo personal son las conductas que conforman el estilo de vida, relacionado con la salud, las variables cognitivas y los factores emocionales asociados al consumo de drogas. Las opiniones que tenemos acerca de la problemática de las drogas, las emociones que sentimos y la manera cómo actuamos cuando nos involucramos en situaciones que propician su consumo favorecen que nuestra predisposición para actuar sea en una dirección determinada. Por ejemplo, si un joven tiene actitudes favorables hacia el consumo de tabaco, se siente incapaz de resistir la presión que recibe de sus iguales para fumar y además, ya ha fumado tabaco alguna vez, se hallará en una situación de mayor susceptibilidad o probabilidad de fumar de manera continuada (depender del tabaco), que otro joven no expuesto a tales circunstancias. En este sentido, se pueden explorar los siguientes determinantes personales:

• Las características individuales (variables neurocomportamentales, factores biológicos y/o genéticos, edad, género, etapa evolutiva, estado de salud, etc.)
• El estilo de vida: uso de drogas, formas de uso, otros hábitos relacionados con la salud y también hábitos relacionados con otros entornos de referencia, como pueden ser el educativo, el familiar, el laboral, el del ocio, etc.
• Los conocimientos, creencias, actitudes y valores sobre las drogas.
• Las habilidades (como la gestión de emociones, las habilidades de comunicación o la asertividad, entre otras) necesarias para hacer frente a situaciones de consumo, evitar recaídas o hacer frente a las presiones sociales para consumir drogas.
• Las recompensas personales y sociales que se reciben por el consumo de drogas.
• Factores afectivos y emocionales, e incluso, rasgos de personalidad como pueden ser la impulsividad o la tolerancia a la frustración.

Los determinantes del entorno o contextuales modulan la conducta individual y propician situaciones en las que resulta más fácil o más difícil consumir drogas. Por ejemplo, cuando existe una tolerancia legal (y/o social) hacia el consumo de determinadas sustancias, la población suele percibir que esas sustancias son menos perniciosas para salud de lo que lo pueden ser. Así, las drogas legales suelen generar actitudes favorables hacia su consumo mientras que las ilegales suelen generar actitudes más desfavorables en la población. De este modo, el entorno legal repercute en las creencias de la población y éstas se relacionan con las conductas que se realizan. Por eso, conocer estos determinantes en nuestro territorio nos permitirá saber los factores contextuales que pueden incrementar o disminuir los problemas relacionados con el uso de drogas. Se trata de adoptar un enfoque de análisis global ante un fenómeno que es de naturaleza multicausal. Entre los determinantes sociales se pueden explorar, entre otros:

• El contexto físico y ambiental.
• El contexto político-legal (leyes, regulaciones y políticas públicas de salud, sociales, educativas, etc.)
• Las condiciones de vida: nivel socio-económico y educativo, condiciones laborales y de vivienda, recursos sociales y sanitarios, etc.
• Factores sociales como la cohesión comunitaria, la desintegración social, la violencia, la delincuencia, el narcotráfico, etc.
• Los valores, normas y conductas comunitarias, las redes sociales y el capital social de un territorio.
• Los valores, normas, clima social y conductas de los entornos interpersonales de relación, como son el vecindario, la familia, los iguales, en los lugares de ocio, entornos educativos, laborales, etc.