FASE 4. Seleccionar el enfoque teórico

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 1: Seleccionar el enfoque o enfoques teóricos en los que se basará la intervención

COMUNIDADES TERAPÉUTICAS

Esta modalidad de tratamiento se orienta a la abstinencia y se dirige a personas con problemas de adicción graves (fracasos reiterados en tratamientos menos intensivos, pobre control de impulsos, problemas legales serios, bajo apoyo social, etc.), brindando cuidados las 24 horas del día en centros residenciales no hospitalarios, ubicados en lugares alejados de entornos de riesgo de consumo de drogas.

En ellas, los residentes se adhieren a normas estrictas de conducta, reforzadas sistemáticamente por contingencias (refuerzos o castigos), con el objetivo de desarrollar el autocontrol y la responsabilidad individual. A ello se suma la realización de actividades rutinarias altamente estructuradas, para contrarrestar el estilo de vida desordenado característico de los residentes y enseñarles a planificar, establecer objetivos y adquirir responsabilidades. Otro componente es el cambio de patrones de pensamiento y de comportamientos negativos por medio de terapias individuales y de grupo1 (en las comunidades profesionales). Al respecto, cabe decir que existen distintos modelos de comunidad terapéutica para drogodependientes:

  • Las “comunidades de vida”, en las que al margen de cualquier soporte profesional y sobre la base de ciertos planteamientos morales o religiosos, la autoayuda es concebida como un espacio donde las personas con problemas de dependencia a las drogas o de exclusión social (habitualmente están abiertas a otros colectivos) puedan iniciar una nueva vida.
  • La comunidad terapéutica profesional concebida como institución total, capaz por sí misma de completar los procesos de rehabilitación e incorporación social de las personas con dependencia de las drogas. La autoayuda, el grupo y la dimensión ocupacional tienen también un papel destacado en el desarrollo del programa educativo-terapéutico de estos centros.
  • La comunidad terapéutica profesional concebida como un recurso integrado en redes asistenciales amplias, encargada de acometer determinados objetivos del proceso terapéutico durante un período limitado de tiempo, para aquellas personas que por sus características individuales, familiares o sociales tienen dificultades para realizar un tratamiento de carácter ambulatorio.

Aunque estos modelos suelen coexistir, a medida que se consolidan las políticas asistenciales y se amplían los recursos públicos disponibles para el tratamiento de las drogodependencias, es habitual que las “comunidades de vida” pierdan peso a favor de las profesionales integradas en redes asistenciales, con una oferta amplia y diversificada de recursos.

Las comunidades terapéuticas ponen el énfasis en la “resocialización” de la persona, y llevan a cabo un tratamiento integral que (en las profesionales) incluye intervenciones psicológicas, médicas y educativas, dirigidas a desarrollar estilos de vida adecuados a entornos sociales normalizados. Ofrecen programas intensivos de tratamiento altamente estructurados, en los que la comunidad entera (incluyendo a los otros residentes, el personal y el contexto social) se constituye en agente de cambio, junto a la autoayuda, para influir en las actitudes, creencias, percepciones y comportamientos asociados al uso de drogas. Además, en las de tipo profesional destaca el abordaje multifactorial e interdisciplinar y la limitación temporal de la estadía (generalmente de 6 a 12 meses).

 
Referencia:

1 Becoña E y Cortés MT. (2011). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en psicología clínica en formación. Barcelona: Socidrogalcohol.