FASE 4. Seleccionar el enfoque teórico

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 1: Seleccionar el enfoque o enfoques teóricos en los que se basará la intervención

EL MODELO ECOSISTÉMICO1

¿En qué se basa?

Su postulado básico es la progresiva y mutua acomodación de un ser humano activo a las propiedades cambiantes de los entornos. Así, propone una perspectiva ecológica del desarrollo de la conducta humana, que permite comprender la compleja y permanente interacción de las personas con su ambiente. Entiende al individuo inmerso en una serie de espacios de relación sobre los que es preciso intervenir de forma conjunta si se quiere conseguir una mejora en su calidad de vida, y que van desde la familia, la escuela y el grupo de amigos, hasta las condiciones macrosociales, políticas y económicas. Los distintos niveles donde se mueve una persona podrían representarse como círculos concéntricos, donde el más cercano sería el de los espacios de socialización primaria (familia, escuela, amigos) y el más lejano sería el de las condiciones macrosociales, políticas y económicas. Todos los niveles influyen en los itinerarios vitales de la persona de manera más o menos directa, interrelacionándose entre sí, de modo que el cambio en el estado de uno de los elementos irá seguido por cambios en los otros. Por tanto, todos tienen que ser considerados para entender un fenómeno con un claro componente social como las drogodependencias.

Hay cuatro niveles o sistemas que afectan al desarrollo de las personas: el microsistema constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla el individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende las interrelaciones de dos o más entornos donde la persona participa activamente; el exosistema integrado por contextos más amplios que no incluyen a la persona como sujeto activo; y el macrosistema configurado por la cultura y la subcultura.

Implicaciones prácticas

Para este modelo los problemas y las necesidades humanas nacen de la transacción entre los seres humanos y el ambiente, de modo que la mejora de esas transacciones supone la mejora de la capacidad adaptativa de las personas. Por eso, este modelo destaca la importancia de orientar la intervención hacia la interacción de la persona con su ambiente, teniendo en cuenta los diferentes niveles en los que se desenvuelve. A nivel práctico el modelo persigue:

  • Potenciar las características personales que permitan una adaptación y/o modificación del entorno, según las necesidades de cada persona.
  • Intervenir en todos los niveles, desde el personal hasta el macrosocial, para potenciar los factores protectores y minimizar los factores de riesgo.

 

Referencia:

Bronfebrenner U. (1979). The ecology of human development. Cambridge: Harvard University Press.