FASE 4. Seleccionar el enfoque teórico
¿Qué pasos debemos completar?
Paso 1: Seleccionar el enfoque o enfoques teóricos en los que se basará la intervención
¿En qué se basa?
Se trata de un modelo con un escaso desarrollo conceptual, inspirado en el Modelo de Reducción del Daño. Parte de la consideración de que, por razones diversas, algunas personas quieren consumir drogas, asumiendo los riesgos que dicho consumo pueda conllevar. Ante este hecho debe promoverse el desarrollo de estilos de vida y conductas que contribuyan a que el consumo de drogas resulte lo más seguro posible. Este modelo no se plantea como objetivo principal la abstinencia, sino la minimización de los problemas y los riesgos relacionados con el uso de drogas.
¿Qué determinantes permite trabajar?
Con este modelo se pueden trabajar tanto determinantes personales como contextuales. De hecho, dentro del modelo de reducción de riesgos es posible diferenciar dos enfoques en función del grado de riesgo de los destinatarios de las acciones, que por lo general se utilizan de forma combinada para potenciar sus efectos. Por un lado: políticas, programas y actuaciones destinados a reducir el riesgo de consecuencias o efectos no deseados por el consumo de drogas en el conjunto de la población, independientemente de su nivel de riesgo. Por otro lado: intervenciones que pretenden reducir riesgos en consumidores de drogas, modificando su comportamiento.
Implicaciones prácticas
Las intervenciones de reducción de los riesgos se dirigen a los consumidores de drogas que no son adictos y a la población general que se puede ver afectada directamente por las conductas de las personas consumidoras, con el fin de disminuir la exposición a los riesgos o minimizar el impacto de esa exposición en la salud, bienestar social y economía de los individuos. Se excluyen las intervenciones destinadas al conjunto de la población o a grupos específicos de la misma que pretenden reducir los factores de riesgo y aumentar los factores de protección, dado que forman parte del campo de la prevención. También se excluyen las intervenciones dirigidas a los drogodependientes, que se enmarcarían en el ámbito del tratamiento o de la reducción de los daños.
Algunas estrategias prácticas que se derivan de este modelo son la creación de espacios libres de humo del tabaco, la modificación de pautas de consumo de tabaco o alcohol, la reducción de las cantidades de alcohol y tabaco consumidas, las medidas tendentes a evitar la conducción de vehículos o las prácticas sexuales de riesgo bajo la influencia del alcohol u otras drogas y la restricción de la oferta de bebidas alcohólicas.
© COPOLAD. Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas