FASE 2. Analizar la viabilidad

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 2: Valorar los recursos organizativos

CAPACIDADES ESTRUCTURALES

La viabilidad de su organización para llevar a cabo una intervención dependerá también de su grado de conexión con la comunidad (aliados estratégicos o red de referencia)1. Una intervención mejorará su viabilidad, cobertura y sostenibilidad (y es probable que también su calidad y eficacia) si se comparte con agentes relevantes de su comunidad.

Las diferentes partes implicadas o interesadas pueden aportar experiencia, conocimientos, recursos e incluso motivación para desarrollar una intervención. Además, la cooperación aporta a los proyectos un sentido de unidad y consenso que favorece su aceptación comunitaria, haciéndolos más viables. Por ello, es clave que conozca si su organización está en contacto, se relaciona y colabora con los agentes, sectores, grupos, organizaciones y redes que podrían ser importantes para su intervención. Por ejemplo, si desea realizar una intervención con jóvenes consumidores que habitan en una zona barrial determinada, puede serle útil (e incluso imprescindible) contactar antes con líderes locales, vecinos, personal educativo, profesionales sanitarios y otros agentes que estén interviniendo en la zona. Primero es preferible elaborar una lista que reúna a los agentes relevantes y después explorar su nivel de acceso, contacto y relación. +

En caso que no tenga acceso a agentes o sectores influyentes para su proyecto será conveniente explorar la forma de poder contactar con ellos, ya sea directamente o, quizás, a través de personas intermediarias que puedan facilitarle el acceso. Que no se haya relacionado con anterioridad no tienen por qué ser un impedimento para colaborar en el futuro. Simplemente, se debe generar una nueva estructura de colaboración que inicialmente supondrá algunos costes de gestión y de tiempo para alcanzar acuerdos y compromisos, pero a corto plazo estos costes serán rentables, y también para intervenciones futuras. En la medida en que las personas se responsabilizan de cambiar una situación es más probable que esa situación cambie. La colaboración es el proceso por el cual diferentes agentes adquieren el compromiso de trabajar conjuntamente para cumplir un objetivo común2.

Para implicar a las personas es recomendable intercambiar visiones sobre la necesidad y la urgencia de llevar a cabo una intervención, sobre la forma de abordar la situación, y también, sobre la necesidad y las ventajas de trabajar conjuntamente. Una vez que consiga implicar a las personas interesadas es el momento de definir los principios que regirán esa colaboración. Para ello, existen algunas premisas que conviene recordar. +

 

Referencias:

1 Chinman M, et al. (2005). Obteniendo resultados 2004. Promoción de responsabilidad a través de métodos y herramientas de planeación, implementación y evaluación. Santa Monica, CA: RAND Corporation.
2 SAMHSA. (2002). Achieving Outcomes: A practicioner’s Guide to Effective Prevention. Rockville, MD: Conference Edition.