FASE 5. Definir el plan de actuación
¿Qué pasos debemos completar?
Paso 1: Concretar las acciones de la intervención
Organización de actividades deportivas y/o de ocio libres de drogas (programas de ocio alternativo)
Estos programas ofrecen a los adolescentes oportunidades para participar en actividades deportivas y otras formas de ocio libre de drogas (o supuestamente incompatibles con su consumo) con la finalidad de promover su vinculación con actividades sociales saludables que los alejen del consumo de drogas y otras conductas de riesgo. Sin embargo, la escasa presencia de estudios que evalúen el impacto de organizar estas actividades sobre el consumo de drogas o sus variables intermedias (actitudes, habilidades, etc.) no permite hacer pronunciamientos fundados sobre su efectividad. Es más, la práctica del deporte por sí misma no siempre se asocia con menores tasas de consumo de drogas. De hecho se ha asociado, en ocasiones, a prevalencias más altas de consumo de tabaco y abuso de bebidas alcohólicas.
Pese a todo, se han apuntado posibles recomendaciones para este tipo de programas1: implicar a la población destinataria en la planificación de las actividades, incorporar elementos de desarrollo de habilidades, combinarlos con estrategias ambientales y planificar intervenciones con un alto número de horas de ocupación en el programa. Además, estos programas podrían tener cierto potencial para llegar a jóvenes de alto riesgo (poco receptivos a los programas escolares) abriendo la puerta a intervenciones más estructuradas. De hecho, hay indicios de que podrían ser más efectivos con jóvenes faltos de supervisión y con pocas oportunidades para desarrollar habilidades orientadas a evitar problemas de conducta.
Prevención del abuso de medicamentos psicotrópicos (consumo recreativo o sin prescripción médica)
El uso de medicamentos psicotrópicos sin prescripción es un fenómeno creciente en varios países que, según el tipo de sustancia y el lugar, afecta a diferentes grupos de la población (jóvenes, mujeres, ancianos, niños sin hogar, etc.) pudiendo tener consecuencias similares a las del abuso de drogas ilegales. No obstante, no hay estudios científicos que evalúen la eficacia de intervenciones para prevenir su consumo. Aun así, pueden apuntarse algunas vías de intervención: 1) La mayoría de las intervenciones preventivas efectivas no son específicas para una sustancia, sino que se orientan a incidir sobre los factores de riesgo y los factores de protección de forma inespecífica. En este sentido, algunos programas escolares y familiares parecen tener también resultados positivos sobre el uso no médico de medicamentos psicotrópicos; 2) Incidir sobre las posibles vías de acceso a estos medicamentos (fraude, robo, internet, familiares, amigos...) abre otras posibilidades preventivas; 3) Educar a los padres sobre la necesidad de utilizar estos medicamentos únicamente bajo prescripción médica, tanto ellos como sus hijos; 4) Fijar medidas, tanto de apoyo como de control, para los médicos; 5) Implantar sistemas comunitarios de recuperación de medicamentos caducados o no utilizados; 6) Capacitar a los profesionales de la salud para identificar y manejar el abuso de estos medicamentos.
Prevención del consumo de nuevas sustancias psicoactivas
En los últimos años, en muchos países tiene lugar un fenómeno de expansión del consumo de nuevas sustancias psicoactivas que escapan al control de las regulaciones internacionales (las llamadas smart drugs o legal highs). Igual que para la prevención del abuso de medicamentos psicotrópos, se carece aquí también de estudios científicos rigurosos acerca de la efectividad de intervenciones preventivas dirigidas al consumo de estas sustancias; pero, igual que allí, cabe considerar que la mayoría de la intervenciones preventivas efectivas no son específicas para una sustancia, sino genéricas o inespecíficas. Por ello, parece razonable pensar que las intervenciones preventivas basadas en la evidencia que actúan sobre factores de vulnerabilidad a edades precoces o que entrenan habilidades de afrontamiento, podrían resultar también efectivas para prevenir el consumo de estas sustancias.
* Basado en: International Standards on Drug Use Prevention (UNODC).
Referencias:
1 Fernández JR y Secades R. (2003). Guía de referencia para la evaluación de programas de prevención de ocio alternativo. Madrid: Colegio Oficial de Psicólogos y Plan Nacional sobre Drogas.
© COPOLAD. Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas