FASE 6. Definir el plan de evaluación

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 1: Seleccionar el tipo de la evaluación

ASIGNACIÓN ALEATORIA

La asignación aleatoria define el procedimiento por el que los individuos (u otras unidades muestrales como centros escolares, barrios, etc.) destinatarios de una intervención, son asignados al azar a la condición experimental (grupo de intervención) o al grupo control, al objeto de garantizar que ambos grupos son equivalentes y por tanto, comparables entre sí.

Aplicar este procedimiento implica que ambos grupos son similares, al menos en lo referente a las características personales y sociales que son relevantes para la intervención y, por tanto, que en caso que se encuentren diferencias entre ellos en las mediciones posteriores a la intervención, tales diferencias se podrán atribuir a los efectos de la misma.

Si el grupo de intervención y el grupo control no son equivalentes, se produce un sesgo de selección. Esto implica que ambos grupos presentan diferencias relevantes para influir en los resultados de la intervención, y por tanto, es posible que los cambios supuestamente derivados de la intervención se expliquen, al menos en parte, por las diferencias previas existentes entre ambos grupos.

Este procedimiento (asignación aleatoria a la condición experimental o control) unido al hecho de que la intervención tenga grupo control son los criterios básicos para considerar que una evaluación de resultados tiene un diseño robusto que permite “asegurar” (inferir con una probabilidad elevada) que los resultados conseguidos se deben a los efectos de la intervención.

No obstante, la asignación aleatoria, aunque es un procedimiento que implica un buen rigor metodológico para demostrar que una intervención permite lograr los efectos previstos, puede plantear conflictos éticos que deben ser considerados. Así, si desarrollamos una intervención sobre una población diana es porque consideramos que la misma tendrá efectos beneficiosos sobre los individuos que la componen, bien porque nos basamos en la evidencia científica previa, bien porque tratamos de confirmar la hipótesis de que esta intervención conlleva los mencionados efectos positivos. Al asignar sujetos al grupo control estamos excluyendo a éstos de obtener dichos beneficios. Esta cuestión ética tiene que ser abordada, explicada y encauzada convenientemente en el plan de evaluación.