FASE 5. Definir el plan de actuación

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 1: Concretar las acciones de la intervención

CAMPAÑAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL*

A menudo, desarrollar campañas en los medios de comunicación social es la estrategia de prevención del consumo de drogas que tiene mayor aceptación a nivel político, debido a su elevada visibilidad y a su capacidad para llegar a mucha gente. Sin embargo, los estudios rigurosos que analizan la efectividad de este tipo de intervenciones indican que sus resultados son inciertos y, en cualquier caso, limitados.

Aun así, su utilización en combinación con otras acciones preventivas, especialmente con programas escolares y de base comunitaria puede tener efectos preventivos sobre el consumo de tabaco. Para el alcohol, los resultados son más inciertos y no parecen significativos, y sus efectos para otro tipo de sustancias son débiles.

En general, su principal valor radica en su capacidad para sensibilizar y enfocar la atención de la población hacia el uso de drogas o determinados problemas relacionados como prerrequisito para lograr el apoyo y la colaboración de la comunidad.

Entre los canales de difusión, adquieren gran importancia el uso de Internet, la comunicación 2.0, las redes sociales, fenómenos virales, etc., en especial, entre la gente joven.

Las características que se asocian con el buen o mal funcionamiento (falta de efectos o efectos negativos) de las campañas son:

BUEN FUNCIONAMIENTO MAL FUNCIONAMIENTO
  • Identificar de forma precisa la población diana a la que se dirigen.
  • Estar basadas en modelos teóricos sólidos.
  • Transmitir mensajes previamente testados con pruebas piloto.
  • Mantener estrecha conexión con los programas preventivos que se estén realizando a nivel escolar, familiar y/o comunitario.
  • Permanecer expuestas a la población diana durante un periodo de tiempo adecuado.
  • Ser sometidas a evaluación constante, incluso durante el período de campaña, para incorporar los cambios necesarios, ajustar los mensajes y conseguir mayores efectos.
  • En el caso de campañas dirigidas a niños y adolescentes, transmitir mensajes también a los padres.
  • Orientar sus mensajes a cambiar las normas culturales sobre el uso de drogas, evidenciar las consecuencias del mismo y/o sugerir estrategias para hacer frente a las presiones para consumirlas.
  • Estar mal diseñadas.
  • Haber invertido pocos recursos en su desarrollo.

Se debería evitar llevar a cabo campañas que reúnan una o ambas de las características negativas señaladas, ya que sus resultados pueden ser contraproducentes, haciendo a la población diana más resistente a este tipo de mensajes y reticente a aceptar otro tipo de intervenciones así como las políticas reguladoras relacionadas con las drogas.

 

* Basado en: International Standards on Drug Use Prevention (UNODC).