FASE 5. Definir el plan de actuación

¿Qué pasos debemos completar?

Paso 1: Concretar las acciones de la intervención

INTERVENCIÓN MÍNIMA / CONSEJO BREVE DE SALUD PARA FUMADORES Y BEBEDORES DE RIESGO O PERJUDICIALES

Intervención mínima / consejo breve de salud para dejar de fumar
El consejo médico sistemático para dejar de fumar (“intervención mínima”) ayuda a abandonar el consumo de tabaco1 y, aunque su efectividad es modesta, es una de las intervenciones clínicas más coste-efectivas, siendo también efectivo el consejo individualizado por parte de los profesionales de enfermería2. El consejo debe darse a todos los fumadores, y no sólo a aquellos motivados para dejar de fumar, pues la evidencia disponible no apoya la restricción del asesoramiento solamente para aquellos fumadores que se encuentran altamente motivados para cambiar de conducta de fumar3. El marco ideal (no el único) para llevar a cabo las intervenciones breves es la atención primaria de salud por su accesibilidad y continuidad de la asistencia. La efectividad del consejo se incrementa con la duración de la intervención (mayor intensidad), con la inclusión de sesiones de seguimiento pautado1,2 y con la asociación a tratamiento farmacológico2.

La evidencia sobre el consejo breve sanitario para dejar de fumar permite formular una serie de conclusiones y recomendaciones4:

  • Preguntar a todos los pacientes si fuman y documentar su hábito tabáquico en la historia clínica. Disponer de un sistema clínico que identifique a los fumadores aumenta las tasas de intervención.
  • Las intervenciones de, al menos 3 minutos de duración, incrementan las tasas totales de abstinencia del tabaco, por ello, a todos los fumadores se les debe ofrecer al menos una intervención mínima, al margen de que se les derive o no a una intervención intensiva
  • Las intervenciones más intensivas son más efectivas que las menos intensivas y se deben utilizar siempre que sea posible. Hay una relación dosis-respuesta entre la duración de las sesiones y las tasas de abstinencia: a mayor intensidad de consejo mayores tasas de abstinencia. Tanto el consejo mínimo (3 minutos o menos), como el consejo de baja intensidad (de 3 a 10 minutos) y el consejo de mayor intensidad (más de 10 minutos) incrementan significativamente las tasas de abstinencia por encima de las que producen las intervenciones sin contacto personal.
  • El tiempo acumulado total de contacto con el fumador guarda relación directa con las tasas de cesación, hasta un límite de 90 minutos.

Por lo demás, una estrategia de intervención efectiva de asistencia al tabaquismo debería combinar el consejo médico-sanitario sistemático con una oferta de apoyo especializado intensivo para aquellos pacientes de alto riesgo o con elevada dependencia2.

Intervención mínima / consejo breve de salud para consumidores de riesgo y perjudiciales de alcohol
El consejo breve de salud encabeza la lista de métodos efectivos basados en la evidencia para abordar el abuso de alcohol5. Las intervenciones breves son efectivas en entornos de atención primaria de la salud para reducir problemas relacionados con el alcohol entre personas con consumo perjudicial pero sin dependencia, y parecen ser efectivas para hombres y mujeres (algo más para los primeros) y para jóvenes y adultos mayores, aunque parecen ser ineficaces durante el embarazo6.

Se han encontrado efectos positivos de las intervenciones breves en la reducción del consumo de bebidas alcohólicas, la mortalidad, la morbilidad, las lesiones y consecuencias sociales relacionadas con el alcohol, el uso de servicios de cuidados de salud e indicadores de laboratorio sobre el daño del consumo de alcohol7. La evidencia disponible sugiere que incluso las intervenciones muy breves pueden ser efectivas en la reducción de los efectos negativos del consumo de alcohol, mejorados por entrevistas motivacionales8. Por ello, la Organización Mundial de la Salud considera las intervenciones breves como una forma sencilla y coste-efectiva de abordar los consumos de riesgo, evitando que los bebedores de riesgo progresen en el consumo hacia la dependencia o desarrollen complicaciones derivadas del consumo, y desde hace décadas viene promoviendo su aplicación en diferentes servicios sanitarios (de atención primaria de salud, de urgencias, traumatología, etc.), aunque no es una estrategia tan generalizada como sería de esperar y está sujeta a algunos obstáculos sobre todo por parte de los profesionales sanitarios9,10.

A diferencia del tabaco, en las intervenciones breves sobre el consumo de alcohol en la atención primaria de salud, llevar a cabo intervenciones más largas (de mayor intensidad) no parece mejorar los resultados de las intervenciones breves11 y, de hecho, hacer una detección del consumo de riesgo o perjudicial y limitarse a informar a la persona acerca de la valoración de la detección y facilitarle información escrita (ej.: por medio de un folleto informativo) puede ser la estrategia más adecuada en el marco de la atención primaria de salud para reducir el consumo de riesgo y perjudicial del alcohol12.

Además, distintos estudios en atención primaria han aportado evidencia sobre la potencial influencia de la formación y el apoyo a médicos generales en la detección del consumo de alcohol y en el uso de materiales para la intervención breve sobre las tasas de intervención y de detección de bebedores de riesgo13,14. Facilitar formación y materiales de apoyo para la consulta puede aumentar en casi un 50% el índice de identificación y el porcentaje de asesoramiento ofrecido por el personal de los centros de atención primaria de salud6.

NOTA: Las intervenciones basadas en el consejo breve de salud cabalgan entre los ámbitos del tratamiento y de la prevención indicada. Por ello, si desea más información sobre este tipo de intervención le puede ser útil consultar también el apartado correspondiente a la evidencia disponible para las intervenciones breves / consejo de salud en prevención. Ver

La Organización Mundial de la Salud brinda apoyo para la identificación temprana y el manejo de los trastornos de uso de sustancias mediante intervenciones breves en los sistemas de atención de la salud, a través del proyecto ASSIST. 

También hallará más información en Systems-Level Implementation of Screening, Brief Intervention, and Referral to Treatment. SAMHSA.  

 

Referencias:

1 Stead LF, Bergson G & Lancaster T. (2008). Physician advice for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2008, Issue 2. Art. No.: CD000165. DOI: 10.1002/14651858.CD000165.pub3.
2 Sancho de JL (coord.). (2003). Evaluación de la eficacia, efectividad y coste-efectividad de los distintos abordajes terapéuticos para dejar de fumar. Informe de evaluación de tecnologías sanitarias. Madrid: Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Sanidad y Consumo. nº 40.
3 Cahill K, Lancaster T & Green N. (2010). Stage-based interventions for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2010, Issue 11. Art. No.: CD004492. DOI: 10.1002/14651858.CD004492.pub4.
4 Fiore MC, Jaén CR, Baker TB. et al. (2008). Treating Tobacco Use and Dependence: 2008 Update. Clinical Practice Guideline. Rockville, MD: U.S. Department of Health and Human Services. Public Health Service.
5 Miller WR, et al. (2003). What works? A summary of alcohol treatment outcome research. En: Hester RK & Miller WR (eds.). Handbook of alcoholism treatment approaches: effective alternatives. 3ª ed. Boston, MA: Allyn and Bacon: 13–63.
6 Monteiro MG. (2008). Alcohol y atención primaria de la salud: informaciones clínicas básicas para la identificación y el manejo de riesgos y problemas. Washington, D.C.: Oficina Panamericana de la Salud.
7 Kaner EFS et al. (2007). Effectiveness of brief alcohol interventions in primary care populations. Cochrane Database of Systematic Reviews 2007 (2): DC004148.
8 Vasilaki EI, Hosier SG & Cox WM. (2006). The efficacy of motivational interviewing as a brief intervention for excessive drinking: a metaanalytic review. Alcohol and Alcoholism, 41(3): 328–335.
9 WHO (2009). Evidence for the effectiveness and cost-effectiveness of interventions to reduce alcohol-related harm. Copenhagen: WHO Regional Office for Europe.
10 Aira M et al. (2003). Factors influencing inquiry about patients’ alcohol consumption by primary health care physicians: qualitative semistructured interview study. Family Practice, 20(3): 270-275.
11 Kaner E, Beyer F, Dickinson H, et al. (2007). Effectiveness of brief alcohol interventions in primary care populations. Cochrane Database Syst Rev 2007;(2):CD004148.
12 Kaner E, et al. (2013). Effectiveness of screening and brief alcohol intervention in primary care (SIPS trial): pragmatic cluster randomised controlled trial. BMJ;346:e8501 doi:10.1136/bmj.e8501 (Published 9 January 2013) pp.1-14.
13 Nilsen P et al. (2006). Effectiveness of strategies to implement brief alcohol intervention in primary healthcare. Scandinavian Journal of Primary Health Care, 24(1): 5-15.
14 Anderson P et al. (2004). Engaging general practitioners in the management of alcohol problems: Results of a meta-analysis. Journal of Studies on Alcohol and Drugs, 65: 191-199.