• Terapia sustitutiva con nicotina (chicles, parches transdérmicos...). Mejora la tasa de abandono del tabaco al evitar el síndrome de abstinencia, que suele impulsar al uso continuo del tabaco, y así ayuda a las personas a dejar de fumar^1,2.
• Bupropión. Utilizado inicialmente como antidepresivo, ayuda a dejar de fumar limitando el aumento de peso concomitante¹.
• Vareniclina. Es un agonista/antagonista parcial de los receptores nicotínicos. Reduce la compulsión de fumar y fortalece la abstinencia del tabaco¹. Parece más eficaz que el bupropión para facilitar el abandono del tabaco³.

El tratamiento de la dependencia de la nicotina debería combinar intervenciones farmacológicas y conductuales, entre ellas las terapias individuales y de grupo, porque ambas operan con mecanismos complementarios que pueden tener efectos agregados¹.