FASE 5. Definir el plan de actuación
¿Qué pasos debemos completar?
Paso 1: Concretar las acciones de la intervención
La participación de la familia es un componente de suma importancia para las intervenciones dirigidas a los adolescentes y jóvenes1. En términos generales, los tratamientos basados en la familia son eficaces en el abordaje de adolescentes que abusan de las drogas2. Aumentan el compromiso de los pacientes y de sus familias, mejoran la adherencia al tratamiento, reducen el uso de drogas después del tratamiento, mejoran el funcionamiento familiar y contribuyen de manera favorable a la normalización e incorporación social2.
Por otro lado, la aplicación de terapias basadas en la familia mejora la retención en los programas de dispensación de metadona, especialmente en los pacientes con peor pronóstico inicial2.
Terapia familiar estratégica breve
Esta modalidad de terapia favorece el compromiso de las familias para participar activamente en el proceso de tratamiento de las conductas adictivas de los adolescentes y puede producir mejoras persistentes en la dinámica de funcionamiento familiar2. Estaría especialmente indicada para las familias con niveles elevados de desestructuración. Además, su aplicación centrada en una sola persona del núcleo familiar puede ser tan efectiva como cuando se incluye a toda la familia en la terapia, siempre que la diana de la intervención sea la estructura familiar2.
Terapia familiar multidimensional
La terapia familiar multidimensional es un tratamiento ambulatorio centrado en la familia, dirigido principalmente a adolescentes con problemas de abuso de alcohol y otras1. Esta modalidad de terapia muestra mayor eficacia que la terapia de grupo de iguales en la disminución de riesgos y en la promoción de procesos de protección en las áreas individual, familiar, escolar y del grupo de iguales, además de reducir el consumo de drogas durante el tratamiento2.
Terapia familiar multisistémica
Este tipo de terapia consigue reducir significativamente el uso de drogas en los adolescentes durante el tratamiento y por lo menos, hasta seis meses después del mismo1.
Referencias:
1 National Institute on Drug Abuse (NIDA). (2010). Principios de tratamiento para la drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Washington: National Institute on Drug Abuse.
2 Becoña E y Cortés MT. (2011). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en psicología clínica en formación. Barcelona: Socidrogalcohol.
© COPOLAD. Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas